Surfear el impulso

¿No puedes con ese antojo?

Quieres dejar de fumar. Quieres comer menos. Quieres no comer dulces.

Pero cuando aparece el impulso de fumar o comer, no puedes controlarte.
Todos los que no han pasado por eso te dirán: “Fuerza de voluntad, eso es lo que te hace falta”.
O con menos comprensión y empatía todavía, te preguntan: ¿Cómo puede ser que no puedas controlarte?
¿Sabiendo que lo necesitas por tu salud?

Yo sí que sé lo que es, necesitar controlarme, y como cuestión de vida o muerte,
ya que era adicta, totalmente adicta al azúcar, y me diagnosticaron diabetes tipo 2.
Sabía que realmente me iba la vida en dejar de comer azúcar, pero por bastante tiempo el impulso de comer dulces siguió siendo más fuerte que todo.
Hasta que dejé de decirme, desesperadamente: ¡Tengo que controlarme! ¡Por favor! ¡Tengo que controlarme! y busqué y Gracias a Dios, encontré, Técnicas para controlar esos impulsos tan fuertes y dañinos.

Una de las mejores técnicas que encontré fue la que se llama:

Surfear el impulso.

¿En qué consiste?

Un ejemplo:

Te surge el deseo de comer algo dulce.
Detente, espera 2 minutos, solo 2 minutos.
Controla el tiempo.
Mientras tanto, observa lo que pasa en tu cuerpo.
Observa tu ansiedad, tu deseo.
Del 1 al 10, ¿Cuán fuerte es ese deseo?
No te distraigas con otra cosa.
No busques otra cosa que hacer.
Concéntrate en ti y en lo que estás sintiendo.
Han pasado los 2 minutos.
Ahora, del 1 al 10, ¿Cuán fuerte es ese deseo?

Ahora continúa haciendo el mismo proceso poniendo cada vez, esperas de dos minutos.
Y seguir, hasta que el deseo haya disminuido lo suficiente como para que puedas ahora sí, controlarlo e irte a hacer otra cosa, ¡sin haber comido lo que deseabas!

Otro ejemplo para personas fumadoras que desean dejar de fumar.

La serie podría ser:

  1. Sentarse con la cajilla de cigarrillos delante y esperar dos minutos.
  2. Tomar la cajilla y esperar dos minutos.
  3. Abrir la cajilla y esperar dos minutos.
  4. Oler la cajilla abierta y esperar dos minutos.
  5. Sacar un cigarrillo y esperar dos minutos.
  6. Oler el cigarrillo y esperar dos minutos.
  7. Tomar el encendedor y esperar dos minutos.
  8. Dejar el cigarrillo sobre la mesa y esperar dos minutos.
  9. Poner de nuevo el cigarrillo en la cajilla y esperar dos minutos.
    Y así seguir, sin NUNCA llegar a prender el cigarrillo.

Puede ser una tortura si solo te limitas a esperar, desesperado a que pase el tiempo.
Pero si cada período de 2 minutos lo utilizas para, respirar hondo, observarte, recordar tu objetivo, recordar para qué quieres lograr ese objetivo, entonces el deseo cederá y podrás por fin, ser el dueño de ti mismo y hacer solo lo que te propongas.
No es el deseo el que debe mandar en tu conducta.

Tú debes mandar, desde tu propósito, desde el conocimiento de ti mismo.

La conciencia de ti mismo, el estar presente en tu presente, y no dejándote llevar distraídamente, es lo que hará que logres tus objetivos, en esto y en cualquier cosa que te propongas.

Pruébalo y comenta tu resultado para la comunidad. Nos interesa tu experiencia.

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